Aunque las orcas se encuentran con frecuencia en las aguas de Glacier Bay, se ven menos que las ballenas jorobadas. Sus movimientos son mucho menos predecibles que los de las ballenas jorobadas, lo que hace que un avistamiento de esta especie sea bastante difícil. Los investigadores fotografían la aleta dorsal y la mancha gris en forma de “silla de montar” que está justo debajo de la aleta dorsal, ya que estas características tienen unas marcas únicas que hacen que cada espécimen sea identificable. Mediante la comparación de fotografías en el tiempo, los investigadores pueden recopilar datos que ilustran los movimientos de las ballenas asesinas, sus rangos y sus historias. Fotógrafo: Sean Neilson