El personal y los visitantes que caminaban por los senderos de Bartlett Cove, estuvieron encantados de ver cómo este pequeño bebé puercoespín sobrevivía durante los últimos meses del verano. Cuando me lo encontré en septiembre, me dio la espalda y erizó sus púas, ¡ya era todo un adulto!

The staff and visitors who walked the trails of Bartlett Cove were delighted to watch this little baby porcupine make his own way in the world over the latter months of the summer. When I came upon him in September, he turned his back and gave me the obligatory bristling of spines, all grown up now! Photographer: Fay Schaller