En las regiones salvajes y sin senderos de Glacier Bay, todo decidido excursionista, eventualmente se enreda en algún aliso igual de terco. Las cianobacterias habitan en nódulos que ellas mismas crean en las raíces de los alisos verdes. Eliminan el nitrógeno del aire y lo "modifican" de tal forma que sea utilizable por las plantas; una gran ventaja donde el suelo ha sido raspado por los glaciares. Los densos rodales de estos enmarañados arbustos, a menudo brotan en los 25 años siguientes al retiro de un glaciar, y ahora dominan gran parte de la bahía superior. Con el tiempo, los alisos verdes echan raíces en el suelo ya fertilizado, y hacen sombra sobre sus pequeños benefactores caducifolios, reemplazando la pesadilla de este excursionista por otros obstáculos vegetales como la Oplopanax, también llamada “garrote del diablo”. Fotógrafo: Nathan Borson