La roca era sólida, como debe ser; sin embargo, con cada paso lateral que daba, mi pie izquierdo se hundía un poco, asegurando mi estabilidad conforme me acercaba a la catarata. Tengo una fotografía de esta pendiente de hace más de seis años, y el lugar donde estoy se encontraba bajo el hielo. En aquella época, la corriente fluía bajo el hielo, y probablemente seguía la misma ruta que ahora, a través de lo que entonces era un túnel de hielo. La mayor parte de ese túnel ha desaparecido, dejando sólo el puente de hielo que se ve al fondo. Fotógrafo: Bill Eichenlaub