Los osos a veces se ponen de pie. Lo que suele parecer más amenazante de lo que realmente es. En la mayoría de los casos, se ponen de pie para tener una mejor vista. Al pararse de esta forma, esta osa fue capaz de identificar los extraños sonidos que provenían de detrás del arbusto, donde yo estaba. Al encontrarme en una posición a favor del viento, no fue capaz de olerme, lo que normalmente sería la primera señal de alerta, ya que los osos tienen un sentido del olfato más desarrollado que el de la vista, con respecto a nosotros. Aquí, me mira inquisitivamente, pero sólo por un momento. Fotógrafo: Sean Neilson