我和我弟弟一整天都在划皮艇。等到我们找到露营地的时候,天已经很黑了,看不清附近区域。但是我们能听到远处水流的声音。早晨醒来的时候,我们看到了水流的源头,一个小型的冰洞。我们决定去里面走走,欣赏一下里面天然雕刻的墙面。当我们走到尽头的时候,我们发现了一个瀑布。我们的头发因为几天没洗已经变硬了,而海洋的咸水也没有改善这种状况,所以我们两个都把头伸进了瀑布里。水很冷,正如我们所预料,而且对改善我们头发的现状只帮了一点忙。但是绝对值得。
Mi hermano menor y yo, pasamos todo el día en kayak y, para cuando encontramos un lugar donde acampar, estaba demasiado oscuro, pero escuchamos el sonido de agua corriente en la distancia. En la mañana, cuando nos despertamos, vimos la fuente del sonido: una pequeña cueva de hielo. Decidimos dar un paseo por ella, y admiramos las paredes talladas de su interior. Cuando llegamos al final, vimos una cascada. Nuestro cabello estaba tieso de no lavarlo durante días, y el agua salada no era de gran ayuda, así que ambos pusimos la cabeza debajo de la cascada. Estaba bastante fría, tal y como era de esperar, y apenas sirvió para resolver nuestro problema del cabello. Pero sin duda alguna, valió la pena.
My younger brother and I had been kayaking all day. By the time we found a camp site, it was too dark to see around the immediate area, but we could hear running water in the distance. In the morning when we awoke, we saw the source, a small ice cave. We decided to take a short walk through it, admiring the sculpted walls on the inside. When we reached the end, we found a waterfall. Our hair was stiff from not being washed in days, and the ocean salt water wasn’t helping that situation, so we both stuck our heads under the waterfall. It was pretty cold as expected, and it only helped our hair situation a little bit. But it was definitely worth it. Photographer: Tom Bergman