Nos habíamos levantado temprano para llegar a Margerie Glacier (al glaciar Margerie) con la salida del sol, que iluminaba un lado de su fachada. Y nos pusimos a esperar. Que es lo que hace todo el mundo. Es una tradición de Glacier Bay, sentarse en un bote frente a un glaciar y esperar a que haya desprendimientos. No todas las esperas se pagan con “el gran desprendimiento”, pero hay bastantes, y esperar junto a las montañas, el mar y el glaciar, es siempre un tiempo bien invertido. Tuvimos suerte, y gracias a unos pequeños trozos de hielo que nos advirtieron de su llegada, pude captar el instante en movimiento. La siguiente foto muestra la espectacular caída.
We had risen early to arrive at Margerie Glacier as the sun was coming up, lighting the face from the side. Then we waited. Which is what just about everyone does. It is a Glacier Bay tradition, to sit on a boat in front of a tidewater glacier and wait for it to calve. Not all waits pay off with 'the big one', but many do and regardless it is always time well spent, waiting with the mountains, the sea, the glacier. We got lucky and had just enough warning of small ice bits starting to fall that I was able to catch the moment in motion. The next photo shows the spectacular splash. Photographer: Bill Eichenlaub