Las focas de puerto descansan sobre el hielo durante largos periodos de tiempo. Al yacer así, su calor corporal derrite el hielo sobre el que se encuentran. Este hielo derretido moja partes de su abrigo de piel, haciendo que parezcan pulidas y lisas. Este efecto se puede observar en un par de focas de esta foto. Fotógrafo: Sean Neilson