Acampar al lado de un glaciar es genial, pero muy frío. Cuando los fuertes vientos soplan por la superficie del hielo, se necesitan un par de capas extra de ropa y un montón de cuerdas para asegurar la tienda de campaña. Acampamos aquí, frente a la fachada de Lamplugh Glacier (del glaciar Lamplugh), donde, de vez en cuando, nos despertaba el sonido del hielo cayéndose al agua. Fotógrafo: Sean Neilson