Ya se observe desde tierra o desde el aire, McBride Inlet (la ensenada McBride) es un misterio, otro planeta. El hielo ahoga la estrecha entrada de la ensenada, y un festival de témpanos se une y mezcla a lo largo de la orilla, empujados por el viento y la marea. A mitad de camino, una plataforma submarina poco profunda detiene a los témpanos más grandes, que se congregan como titanes. Cuando el hielo es espeso, hacer kayak aquí es un peligroso reto, ya que el agua está helada y los témpanos pueden rodar en cualquier momento. Más de un remero se ha convertido en reacio nadador en McBride Inlet. Fotógrafo: Bill Eichenlaub